Censura a Saavedra: “Una mirada distinta desde el Centralismo y las Regiones”

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Por: Pablo Del Valle

Es curioso, mientras en las regiones y los departamentos el Ministro Saavedra y su gestión bajo Humala y su corolario actual está ampliamente demonizada (algunos congresistas, como la de Ayacucho, les cuesta explicar a sus votantes por qué hay que oponerse a la censura, porque forma parte de un sentido común entre los maestros esta figura completamente negativa de Saavedra), en Lima lo que prima es la alerta contra el fujimorismo y el aprismo y su avance hacia el statu quo anterior de universidades bamba, negociados, sueldos exorbitantes de rectores, y la corrupción generalizada del sistema de educación superior y que cualquier votación de censura a Saavedra significa la amenaza del retorno de «ese sistema».

En las regiones quienes no simpatizan con el fujimorismo y el aprismo también tienen demonizado a Saavedra, así que un voto de censura a Saavedra es tan reivindicativo como meter en prisión a Keiko Fujimori -es decir, simpatizantes y miembros del Frente Amplio lo sentirían como una reivindicación, y el profesorado, el magisterio, es más, pero mucho más importante como actor social que en Lima (donde tan importantes como los maestros como grupo social o más importantes que ellos lo son los bodegueros, los transportistas o los taxistas), y donde en el ámbito rural cientos de comunidades campesinas giran alrededor de la figura del maestro.

Tener el apoyo y estar unidos políticamente a las demandas de los maestros (que básicamente son de primaria y secundaria) resulta un capital político importante, y determinante. Así que quien asume la bandera de la censura a Saavedra está manteniendo y protegiendo a profundidad su capital político o forjándose uno. De modo que no les extrañe que se den votos en el Frente Amplio a favor de la censura, no les extrañe que no les importe tanto que la prensa de Lima critique furiosamente a esa bancada, porque ya no se puede desandar el camino regional de demonización de Saavedra, que lleva años, y el asunto del retroceso en la Ley Universitaria, las Universidades Bamba y sus negociados tratan de ponerlo en otro paquete, aunque ignoro si pueda ponerse en otro paquete, porque en el ámbito político capitalino (y en más de un sentido nacional), la censura a Saavedra significaría un posicionamiento más firme del fujimorismo y el aprismo.

Y es que los diferentes Perúes existentes no suelen pensar para nada parecido, y al final, en las regiones, nadie lee los editoriales de Garrido de Perú 21 ni las columnas de Aldo Mariátegui, sino lo que sale caliente es por un lado, La República, pero de otro lado, todos los diarios deportivos, como en el resto del país, y en los televisores de restaurantes, siempre hay programas de concursos o partidos de la Champion League.