
Por: Soc. José Antonio Lapa Romero
Post negociación frustrada, tensión y conflicto entre la comunidad de Nueva Fuerabamba y la empresa minera MMG Las Bambas, estados de emergencia, y anuncios de huelgas en Espinar y en Chumbivilcas se abrió un amplio campo de diálogo y negociación en diferentes espacios del corredor minero como efecto político, principalmente del conflicto de Yavi Yavi que muestra, por un lado, un patrón ya constituido práctica, el diálogo con el Estado (y las empresas) es parto casi natural de la presión, movilización y los conflictos, y la ya clásica estrategia del shock de inversiones (o arritmia gubernamental de inversiones) como medio para desmovilizar y contener conflictos, y por otro lado, la política reactiva, dilatoria y siempre calculada de las empresas mineras frente a los conflictos, así como la repolitización fundamentalmente económica de los actores locales. Veamos qué viene pasando.
- POCOS Y LENTOS AVANCES, Y CAUSAS IRRESUELTAS DE VIEJOS Y NUEVOS CONFLICTOS
En la historia reciente, el corredor minero ha estado (y continúa) atravesado por estados de emergencia permanentes geográficamente extendidos en los casi 500 kilómetros hasta Matarani (más de 8 meses en el 2018) y focalizados en puntos estratégicos para el transporte minero, fundamentalmente en Ccapacmarca y Nueva Fuerabamba (por más de 15 meses hasta marzo del 2019), y también por conflictos y procesos de diálogo más antiguos y más recientes que han constituido un campo permanente de disputa, tensión, y lucha política:
1) la huelga de mayo del 2012 en Espinar por la contaminación ambiental (y en personas) y la reformulación del Convenio Marco que se transformó en un conflicto con profundas consecuencias expresado en la pérdidas de 3 vidas, criminalización y la reconstitución del poder hegemónico minero, y que llegó a acuerdos luego de 18 meses comprometiendo una inversión estatal de S/ 1,600,000,000, no obstante dejando pendiente de resolver la reformulación del Convenio con la empresa exigida por la población; constituyendo una realidad -luego de más de 5 años- de pocos avances en la implementación de los acuerdos y en el último año de desactivación de los comités de seguimiento;
2) paro de 72 horas en noviembre del 2016 de la provincia de Chumbivilcas por la contaminación ambiental generada por el transporte minero, modificación del EIA de Las Bambas, la formulación de un Convenio Marco para establecer compromisos económicos, sociales y ambientales por parte de las empresas MMG-Las Bambas, Hudbay y Anabi que fue contenida a través de una mesa técnica, luego de idas y vueltas, y que luego de 6 meses llegó a acuerdos comprometiendo una inversión de S/. 2,712´656,313.80 para 145 proyectos y ubicando al Ministerio de Energía y Minas como facilitador en la negociación de los convenios; constituyendo una realidad luego de casi 2 años de aún lentos y pocos avances en la implementación de acuerdos con el Estado y nulos (y frustrados) avances en los convenios con las empresas mineras;
3) paro en setiembre del 2015 (y que continuó en noviembre del 2016) que se transformó en un conflicto que generó consecuencias profundas implicando la pérdida de 4 vidas, debilitamiento del movimiento social distrital y provincial, y reafirmación del poder minero, y que no obstante la matriz de proyectos de inversión, los avances siguen siendo pocos y lentos. Además, de estas 3 mesas de diálogo el escenario se ha complejizado dado que se han desarrollado (y se vienen desarrollando) en los últimos años mesas de diálogo distritales en Coporaque (Espinar) con Hudbay y MMG Las Bambas; Chamaca, Livitaca y Velille con Hudbay y este último también con MMG Las Bambas; y Colquemarca, Mara y Ccpacmarca con MMG Las Bambas.
Estos procesos de diálogo presentan algunos patrones que es importante resaltar:
1) el diálogo se ha abierto fundamentalmente luego de movilizaciones, predominio de la violencia y estados de emergencia, siendo el diálogo hijo del conflicto;
2) la estrategia estatal de resolución de conflictos siempre tardía ha estado centrada en contener y desmovilizar girando en torno a los compromisos de inversión estatal, “shock de inversiones”, y el uso de la fuerza, y postergando lo relacionado a la formulación/reformulación de convenios con las empresas mineras;
3) las causas de los conflictos relacionados a contaminación ambiental (y personas), reformulación y formulación de convenios marco casi (o no) se han resuelto;
4) el rol del Estado en los espacios de diálogo y negociación ha sido de legitimación, parcialización e inclinación bastante evidente a los intereses empresariales.
2. ENTRE CAUSAS IRRESUELTAS Y NUEVOS TEMAS EN DISPUTA EN LOS ESPACIOS DE DIÁLOGO
El efecto político mayor del conflicto de Yavi Yavi ha sido la constitución y reactivación de diferentes mesas de diálogo a lo largo del corredor minero. Dichas mesas se mueven en dos dimensiones, por un lado, retoman causas irresueltas de conflictos anteriores (Espinar, Chumbivilcas y Cotabambas) y, por otro lado, plantean temas antes indiscutidos con el Poder Ejecutivo y representantes en el Congreso, que se han vuelto populares entre los pobladores del corredor minero, aunque es poco probable de ser resueltos por el Estado y el gobierno actual dado su estructuración y orientación proempresarial: amnistía y convenio PNP-Empresa.
Así, en el caso de Espinar ante el anuncio de huelga y la exigencia de reinicio de la Mesa de Diálogo se ha constituido por parte del Estado la “Mesa de diálogo para el Desarrollo Sostenible de la provincia de Espinar, departamento de Cusco” que ha abierto un campo político de disputa de viejos y nuevos temas: inversión estatal, reformulación del convenio marco al 8%, salud centrada casi en la construcción del hospital y el laboratorio de metales pesados, y consulta previa ante el avance del Proyecto Coroccohuayco. Las reuniones han iniciado con la submesa de trabajo de inversión y desarrollo de la provincia, que indudablemente abre un espacio mayor de negociación y maniobra al Estado; sin embargo, los otros campos de disputa muestran y mostrarán mayores resistencias dado que están relacionados a temas con poco interés de ser discutidos por la empresa minera: la reformulación del Convenio Marco que implica el incremento de aporte de sus utilidades y consulta previa ante su casi ya eminente inicio de operaciones de su nuevo proyecto que se postergará un poco. Entonces, lo que irá predominando en el espacio de diálogo es la estrategia estatal de shock de inversiones pendientes y futuras en la provincia que los envolverá en una dinámica de expectativas de inversión pública (esperemos no se constituya en predominante aunque es muy popular para los gobiernos locales), y desde el lado empresarial la estrategia de dilatación, dado que son temas en los que están dispuestos a sentarse por la coyuntura de presión social contextual pero poco dispuestos hasta ahora en darle alguna salida concreta.
«El efecto político mayor del conflicto de Yavi Yavi ha sido la constitución y reactivación de diferentes mesas de diálogo a lo largo del corredor minero»
En el caso de Chumbivilcas ante el anuncio de huelga del Comité de Lucha ante los pocos y lentos avances de los acuerdos de la Mesa de Diálogo del 2017 y la negociación aún frustrada con las empresas, se ha instalado la Mesa de Diálogo con MMG Limited, el gobierno central y el gobierno regional que ha configurado un espacio diferente a los otros espacios de diálogo, la propuesta de creación de un Fondo Social para el Desarrollo de Chumbivilcas en el que se ha planteado un aporte de S/ 3 millones anuales por 6 años que ha generado el rechazo desde la población . Indudablemente este espacio se ha abierto por la necesidad de la empresa de tener alguna respuesta sobre la carretera por donde traslada su producción y donde se abrió un espacio más de disputa que afectaba sus intereses empresariales. No obstante la disputa por los montos de aporte económico, es más probable que se arribe a algún acuerdo dado que al Estado y en especial a MMG Las Bambas les interesa mantener un escenario de estabilidad sociopolítica en el corredor minero. Siendo esta figura del fondo social una figura “nueva” y que podría generar otros espacios de diálogo para los otros distritos y provincias porque hasta ahora la actuación estatal y empresarial ha sido en relación a la presión y no es que sea parte de su política seria de resolver las demandas locales.
Mientras que el caso de Cotabambas, ante el diálogo frustrado de Nueva Fuerabamba, las movilizaciones, conflicto, estado de emergencia (unos días después levantado) y el poco y lento avance de anteriores acuerdos, se ha constituido entre las fuerzas movilizadas y el gobierno el “Espacio de diálogo y cumplimiento de compromisos para el desarrollo en la zona de influencia del proyecto minero Las bambas” que ha configurado un espacio complejo pero más interesante de diálogo y negociación: archivamiento de denuncias, Convenio Marco de la provincia y la empresa, implementación del canon minero, cumplimiento del Plan de Desarrollo de Challhuahuacho y de la provincia de Cotabambas , renegociación de las 17 condiciones y anexos, creación del seguro ambiental, compromiso del gobierno de no decretar más estados de emergencia y la nulidad del convenio entre PNP-empresa. En efecto, hay viejos temas pendientes relacionados a los compromisos de inversión estatal maniobrables para el Estado que ha hecho práctica el shock de inversiones (o arritmia de inversiones), y nuevos temas antes indiscutidos poco probable de avances dado la correlación política y alineamiento del Gobierno (y el Estado) a los intereses empresariales; y otros de disputa aún larga con la empresa relacionada a convenio marco, seguro ambiental, y los cumplimientos pendientes, aunque en los acuerdos económicos y convenios es más probable el avance dado lo estratégico que es la carretera para el desarrollo minero. Lo cierto es que Cotabambas ha puesto en el espacio público de discusión la política nacional minera y el rol que ha jugado hasta ahora el Estado en la legitimación de los intereses empresariales mineros.
Entonces, lo que queda claro es que el campo de diálogo y negociación desde el Estado estará concentrada en la estrategia de inversiones, y serias resistencias a lo relacionado a amnistía, convenio PNP-empresa; y un campo de disputa más duro y de fuerte resistencia del lado empresarial minero que iremos viendo cómo se resuelve, pero que es más probable que se lleguen a acuerdos inmediatos dado lo estratégico de la vía para los intereses mineros. Siendo importante valorar que los temas antes de fuerte resistencia a ser discutidos por parte del Estado y las empresas mineras se han puesto en el escenario público: consulta previa, fondo social, convenio PNP-Empresa, amnistía y formulación/reformulación de convenios marco.
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