
Foto: Sembrío de maíz en el distrito de Accha (Paruro-Cusco) / CEDEP Ayllu
Por: Víctor A. Baca Ramos
| CEDEP Ayllu
Para hacer un balance situacional de la agricultura considero importante hacer un repaso del fortalecimiento de la institucionalidad agraria de nuestro país, cuyos antecedentes se remontan al 2002, año en que se aprobaron los “Lineamientos de Política Agraria”; luego, en el año 2004, se instituyeron las “Bases para una política de Estado en la Agricultura” y en el 2006 se publicaron los “Lineamientos de Política de Estado para el Desarrollo de la Agricultura y la vida Rural en el Perú”. En la actualidad se cuenta con la Política Nacional Agraria, que se centra en 12 ejes y -si bien es cierto- es integral y holística, aún queda fortalecer su aplicación, sobre todo para los pequeños productores. Esta Política ha sido un importante referente para la implementación de importantes estrategias, como la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2013 – 2021, la Estrategia de Agricultura Familiar 2015 al 2021, la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, la política y Estrategia Nacional de Recursos Hídricos, la Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar, entre otros instrumentos que reconocen y priorizan al pequeño productor.
A nivel regional tenemos el Plan de Desarrollo Regional Concertado Cusco al 2021, la Agenda Regional Agraria, la Estrategia Regional de Seguridad Alimentaria, Estrategia Regional de Cambio Climático y el Plan Regional de Gestión de Riesgos en el sector Agrario.
Estoy seguro, amigo lector, que si usted recurre a la ventana de transparencia del portal del Estado Peruano, en sus diferentes niveles de gobierno, tendrá acceso a todos estos documentos, por ser de dominio público, y se podrá dar cuenta que cada uno resalta la importancia del sector en la economía, la prioridad del pequeño productor y su aporte a la generación de mano de obra; pero estas afirmaciones no guardan relación con la asignación presupuestal para el sector agrario. A junio del 2019, el presupuesto que le asigna el Estado peruano al sector agricultura a nivel nacional es 2.58% y a nivel regional es apenas del 1.33%. ¿Estaremos en la capacidad de llevar a cabo todo lo mencionado en los documentos referidos con tan poco presupuesto? Durante varios años, la demanda de los gremios agrarios, las instituciones públicas y colegios profesionales ha sido que esta asignación por lo menos se acerque al 10%.
«A junio del 2019, el presupuesto que le asigna el Estado peruano al sector agricultura a nivel nacional es 2.58% y a nivel regional es apenas del 1.33%»
Esta situación, sumada a la desigual distribución de la población nacional y la relativa inaccesibilidad a muchas partes del país, ha generado un desarrollo del sector agrícola bastante desigual entre las regiones. El 44% del Producto Bruto Interno (PBI) agrícola total del país proviene de la costa, a pesar de tener solo el 23% de la tierra agrícola. Mientras tanto, la sierra aporta el 42% al PBI agrícola total, a pesar de tener el 39% de tierras; y la selva, aporta solo el 14%, a pesar de tener 38% de tierras agrícolas.(MINAGRI, 2015, citado por un estudio del Banco Mundial: Tomando impulso en la agricultura peruana: Oportunidades para aumentar la productividad y mejorar la competitividad del sector). Además, la agricultura familiar aporta con el 70% de alimentos que consumen la grandes ciudades.
En el año 2013, el gobierno peruano inició una serie de reformas para una mejor gestión del sector y dispuso cambios en la estructura del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), reconociendo al riego como elemento clave para el desarrollo de la actividad agraria. En la actualidad se habla de una nueva denominación del sector, incluso, de la creación de un Vice Ministerio de Agricultura Familiar. Sin duda esta es una buena iniciativa, pero el cambio de nombres no garantiza necesariamente la reforma estructural del sector: desde hace casi 30 años se sigue con la misma asignación presupuestal y los mismos pequeños productores desatendidos.

El sector agrario requiere de innovación, porque los jóvenes ya no ven el trabajo en el campo como una opción de vida. Además la innovación es clave para la competitividad, sin embargo nuestro país le asigna menos del 0.2% del PBI. Una acción importante es tecnificar el riego, en la región Cusco apenas el 20% de las áreas agrícolas tiene riego y solo el 5% riego tecnificado.
«…en la región Cusco apenas el 20% de las áreas agrícolas tiene riego y solo el 5% riego tecnificado.»
¿Cuál es el futuro de agricultura en el Perú y en nuestra región? La importancia del sector agrícola, que alguna vez fue la principal fuente de empleo e ingresos para gran parte de la población, ha disminuido. Considero que debemos empezar a ver a la agrodiversidad como un activo para el desarrollo, por las innumerables ventajas comparativas y competitivas que tenemos.
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