02/06/2023

Puno: Personas, ríos y campos contaminados por Aruntani

Comparte en tus redes...
Share on Facebook
Facebook

La Unidad Minera Arasi inició sus operaciones en 2007. La contaminación ambiental se produjo dos años después, según los pobladores. Y un análisis realizado por OEFA corroboró que la contaminación fue originada por la empresa minera. Actualmente, hay población contaminada por metales tóxicos, así como ríos, campos de cultivo, población ganadera, etc.

Escribe: Valeria Cajia Cajia (Derechos Humanos y Medio Ambiente-DHUMA).

La contaminación de la cuenca Jatun Ayllu y Llallimayo, en Puno, que desemboca en el lago Titicaca, es causada por la empresa minera formal Aruntani S.A.C. En consecuencia, la cabecera de cuenca, cuenca media y cuenca baja se encuentran contaminadas por aguas ácidas, que atraviesan los distritos de Ocuviri, de la provincia de Lampa, y los distritos de Llalli, Umachiri, Cupi y Ayaviri de la provincia de Melgar. Los más afectados por los estragos de la contaminación son los pobladores de las comunidades próximas a esta cuenca, con graves alteraciones en la salud humana, en la agricultura, en la ganadería y en el ambiente. Estas son calificadas de irreversibles.

El proyecto Unidad Minera Arasi, de la empresa Aruntani S.A.C., inició sus operaciones en el año 2007, fecha en que fue aprobado también el estudio de impacto ambiental (EIA) mediante R.D. N° 0064-2007-MEM/AAM, instrumento ambiental que es prerrequisito para la explotación de yacimientos mineros. La contaminación ambiental se produjo en el año 2009, según testimonio de los pobladores. Inicialmente, la minera responsabilizó la contaminación de la cuenca Jatun Ayllu a la minería informal, luego la atribuyó a fuentes naturales. Sin embargo, los análisis de OEFA demostraron que la contaminación fue originada por la empresa minera.

Los resultados del análisis del estudio de impacto ambiental (EIA) de la empresa minera Aruntani S.A.C., realizada por la ingeniera bióloga Yoli Borda Pari, ratifica que la minera ha ocasionado graves daños ambientales en las cuencas de Jatun Ayllu y Llallimayo. La especialista resaltó que, al momento de la aprobación del EIA en el año 2007, la empresa tenía conocimiento de que el área de operación minera, ubicada en el distrito de Ocuviri, provincia de Lampa (Puno), era una zona mineralizada. Sin embargo, no implementó planes de prevención para controlar las aguas ácidas que se originaron durante la explotación minera.

Monitoreos de agua

El proyecto minero ha realizado varias modificaciones al EIA según sus necesidades de operación y producción de mineral. Lo que no ha cambiado para bien es el manejo inadecuado de las aguas de contacto minero y aguas limpias, teniendo conocimiento que la zona es mineralizada de origen natural.

Los monitoreos de calidad de agua realizados respecto al pH (medida del grado de acidez o alcalinidad de una sustancia) evidencian que las aguas vertientes a la cuenca Jatun Ayllu y Lallimayo son aguas ácidas con mercurio, arsénico, hierro, manganeso, aluminio, entre otros metales. Asimismo, los parámetros presentan valores que superan los estándares de calidad ambiental (ECA).  

La población de las cuencas está contaminada con metales tóxicos de la minera Aruntani, según los estudios de OEFA. FOTO: DHUMA.

Informe de OEFA

Ante la insistencia de la población, recién en el año 2014, el OEFA realizó una nueva toma de muestras de agua, suelo y sedimento en la zona. Evidenció la contaminación de ríos aledaños a la empresa Aruntani y halló pH ácido y con parámetros que superan los ECA. En el año 2016, el OEFA responsabilizó a Aruntani sobre la situación de la cuenca Jatun Ayllu y Llallimayo por no prevenir la contaminación. Un año después, se detectaron metales pesados como aluminio, arsénico, cadmio, cobalto, cobre, cromo, hierro, magnesio, níquel y zinc, que incluso alcanzó a los pastizales por efecto del viento, provenientes del botadero Jessica. Tuvo graves consecuencias en la salud de las personas, ocasionó la muerte de peces y la mortalidad de animales, que son medio de producción de los pobladores de la zona.

En el año 2018, mediante la R.D. N° 033-2018-OEFA/DSEM, el OEFA ordenó como medida preventiva a Aruntani S.A.C. que ejecute el cierre final del tajo Jessica hasta garantizar la estabilidad hidrológica y geoquímica, conforme a lo contemplado en la actualización del plan de cierre de 234 minas.

Ante esta situación, los afectados por la contaminación de la minera Aruntani solicitaron a las instituciones de salud dependientes de la Dirección Regional de Salud de Puno (Diresa) y del Ministerio de Salud (Minsa) realizar análisis de sangre sobre metales pesados a las personas que habitan en los márgenes derecha e izquierda de los ríos Huaroccani, Azufrini, Pataqueña y Jatun Ayllu.

Los animales también sufren los efectos del daño ambiental. Ahora producen menos. FOTO: DHUMA.

La población

Los pobladores señalan que la contaminación de las aguas de la cuenca Jatun Ayllu afecta la salud de la población, de los animales y de toda la biodiversidad de la zona. Frente a esto, presentaron una denuncia penal en contra de la empresa minera Aruntani (propietarios de la mina, miembros del directorio y apoderados). Con esta denuncia penal, los pobladores aspiran a tener una mejor calidad de vida y que se logre remediar los impactos en los ríos y se repare a los afectados.

Asimismo, ante el incumplimiento del EIA, de las sanciones del OEFA, de la ley minera, de los compromisos incumplidos, la carencia de información, el abandono del Estado y el vacío legal en la protección de las cabeceras de cuenca, hay pérdida de vegetación, contaminación de los pastizales, desaparición de animales silvestres, baja producción de carne y leche, enfermedades en los ganados, mortandad de animales, desaparición de especies acuáticas y descapitalización de la producción.

Asimismo, aparición de nuevas enfermedades en los pobladores, contaminación de la salud humana, contaminación del lago Titicaca, población en pobreza y extrema pobreza, contaminación del agua, tierra y aire, paralización del proyecto de irrigación Caycho, desaparición de ojos de agua y denuncia a los dirigentes de las cuencas Jatun Ayllu y Llallimayo.

A lo anterior también se suman acciones de respuesta colectiva contra las noticias falsas (fake news), la exclusión y el deterioro ambiental, trabajando con un enfoque intercultural y de cuencas, que busca mostrar la problemática que vive la población en las cuencas Jatun Ayllu y Llallimayo.

Puede leer todo el contenido de la revista Pulso Regional en el siguiente enlace: