02/06/2023

La gestión del agua en microcuencas: cómo enfrentar inundaciones y sequías

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El cambio climático genera alteraciones en el clima, así como la intensificación de fenómenos como “El niño” o “La niña”, que en el Perú han provocado fuertes lluvias -con inundaciones y huaicos y sequías- o prolongadas sequías -que afectaron el agro-. Ante este escenario, una de las soluciones para contener esos cambios es la gestión territorial de microcuencas.

Escriben: Wilmer Eric Huamán Sucso y Juan Víctor Béjar Saya (Centro Bartolomé de Las Casas (CBC).

El cambio climático es una realidad. Principalmente debido al incremento de gases de efecto invernadero producidos por combustibles fósiles, así como de actividades cotidianas y el poco compromiso de los países industrializados como EE.UU. y China en la mitigación de los efectos de actividades industriales a gran escala.

El aumento de temperatura promedio a nivel mundial genera alteración y cambios en el clima. Se intensifican fenómenos como “El niño” o “La niña”: mayor frecuencia e intensidad de precipitación y periodos de sequías más prolongados, que ocasionan graves efectos. Ocasionan también inestabilidad política, económica y social.

Según el Ministerio del Ambiente, el Perú apenas produce el 0.4 % de gases de efecto invernadero. Pero es el tercer país más vulnerable a los riesgos climáticos, pérdida de sus ecosistemas de montaña y afectación directa a la disponibilidad del agua y pérdida de glaciares (hasta hoy es más del 22 %).

En los últimos meses, poblaciones enteras han sufrido inundaciones, huaicos y olas de calor, con temperaturas de 30 y 33 °C en Lima y en todo el norte; en el sur hubo una sequía prolongada. Estos escenarios serán frecuentes mientras no haya reacción estratégica de parte del Estado (gobiernos nacional, regional, provincial y distrital). Hemos entrado en un círculo vicioso de reacción poco eficiente ante los desastres. O más bien por la poca planificación territorial y gestión de riesgos de desastres.

Una de las soluciones tiene que ver con la gestión territorial de microcuencas, asumiendo como eje principal el agua. Hay experiencia de lo expresado en Cusco, en la microcuenca de Piuray Ccorimarca del distrito de Chinchero y en la microcuenca Quesermayo en el distrito de Taray.

Una de las soluciones tiene que ver con la gestión territorial de microcuencas, asumiendo como eje principal el agua. Hay experiencia en la microcuenca de Piuray Ccorimarca del distrito de Chinchero.

Esta unidad territorial es un área natural donde las aguas son colectadas por muchas quebradas y conducidas a un colector común: un riachuelo o un río. La importancia que tiene una microcuenca es que se ubica a los pies de los glaciares. Los ecosistemas productores del agua están conformados por pastizales, bofedales, lagunas y bosques nativos, principalmente. Además, como guardianes tenemos a las comunidades campesinas y nativas que gestionan, manejan y conservan este recurso mediante saberes locales, como la siembra y cosecha de agua. Eso permite asegurar agua para las microcuencas, los centros poblados, la generación de energía eléctrica, la producción de alimentos y la regulación para prevenir los riesgos de desastres.

Se puede cambiar la forma de gestión y planificación de territorio donde prevalece la invasión de los cauces de los ríos, urbanización en zonas de riesgo, contaminación por residuos sólidos en quebradas y ríos, quema de pastizales, sobrepastoreo, etcétera, a una que permita el fortalecimiento de una regulación de microcuencas mediante la siembra y cosecha de agua, recuperación de andenes y terrazas, protección y conservación de los ecosistemas de pastizales naturales, buen uso del agua en los centros poblados y ciudades, ciudades planificadas y ríos recuperados.

Lo mencionado no es posible sin una gobernanza del territorio desde la gestión del agua, la participación de la población rural en la toma de decisiones y una inversión sostenible en los ecosistemas que producen el líquido, y mejor relación con los guardianes del agua.

La implementación de una adecuada gestión del agua desde las microcuencas es una medida en la que todos ganamos. Está directamente relacionada a un tratamiento de las causas y consecuencias del cambio climático, como los fenómenos climatológicos extremos (inundaciones y sequías). Y, como resultado, permite un desarrollo sostenible y mitiga problemas relacionados al hambre, a la salud y a la pobreza.

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